Local Business

Desde hace un tiempo se viene respirando en el circuito underground del punk un sonido que, si bien en forma y actitud se asemeja a esta rama reivindicativa y gamberra, casa instrumentalmente con patrones más propios del pop añejo.

Bandas como Spider Bags o Japandroids no temen mostrar un gusto exquisito por el sonido más meloso, deudor de los sesenta, a la vez que destilan una rabia vocal heredada de Sex Pistols o The Clash. Titus Andronicus se han visto arrastrados por esta ola tan particular. Su contrastado aspecto mod, lírica ácida y  voz tónica a la par que inexpresiva, les sitúan como sucesores de The Jam en la actualidad.

Su tercer trabajo, "Local Business", acentúa ese aire lo-fi tan característico y ofrece un golpe más directo. Guitarras limpias rasgadas con fuerza, melodías lineales con intervalos de rabia, batería a la antigua usanza y tufillo "indie". Éstos distintos ingredientes que se repiten a lo largo del minutaje hacen del álbum un, a priori, entretenimiento muy agradable.

A priori, pues, aunque la primera mitad se denota muy inspirada, el segundo tramo se antoja más sosegado y, sobre todo, anodino. La fortaleza de "Local Business" reside en (valga la redundancia) su propia fuerza, en la capacidad de recargar las pilas y alegrar las mañanas propias y ajenas.

Y, aunque "Ecce Homo" y "Still Life With Hot Deuce On Silver Platter" sobrepasan los cinco minutos, consiguen este objetivo ampliamente. "Upon Viewing Oregon's Landscape With The Flood Of Detritus" y su deje country optimista o la dupla "Food Fight"-"My Eating Disorder" también obtienen premio. Una intro rockera que precede a una aspirante a joya que se queda simplemente en eso, demasiado larga quizás."Titus Andronicus vs. The Absurd Universe (3rd Round KO)" como puñetazo final antes de la calma. "In A Big City", el medio tiempo que da comienzo al declive, alardea de single que no hace justicia a los puntos positivos de la banda. "In A Small Body" quita el pie del acelerador aún más, sube un punto en calidad para perderlo en el momento en que empieza a llevarte al hastío. (I Am The) Electric Man acentúa la caída de la segunda mitad del trabajo y, cuando estás deseando que "Local Business" acabe, Titus Andronicus nos "deleitan" con casi 10 minutos de balada en "Tried To Quit Smoking".

Los de Nueva Jersey han sido capaces de lo mejor y de lo peor en su tercer álbum. Han volcado sus dos vertientes en un mismo disco y lo han plasmado de forma irregular. Si bien el comienzo es arrollador donde, repito, sus semejanzas con los mejores The Jam son evidentes (positivamente hablando), a medida que avanzan los temas comprobamos que la mayor virtud de estos chicos no reside en darle vueltas a las cosas.