Necropolis Transparent

Publicación:: Julio 2011
Sello:: Nuclear Blast
Productor:
Género:: metal

MEDIA

Tracklist

01. Brethren Of The Pentagram
02. Accelerated Mutation
03. The Embodiment Of Paradox And Chaos (con Jeff Walker)
04. Necropolis Transparent (con Peter Tägtgren)
05. Parasite Drama (con Jeff Walker)
06. Anvil Of Flesh
07. Rage Incarnate Reborn
08. Unseen Enemy (con Jeff Walker)
09. Stygian Reverberations
10. Life Of Devastation
11. Roar Of A Thousand Throats
12. Infiltrate And Destroy
13. Discharge The Fear (con Jeff Walker)
14. Vomiting Evil
15. Stigmatyr (bonus track)
16. Through The Eyes Of My Shadow Self (con Peter Tägtgren)
17. Tartarus (instrumental)

Miembros

Tomas Lindberg: voz
Anton Reisenegger: guitarra
Shane Embury: bajo
Nicholas Barker: batería

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Análisis

por Miquel Mut el 25 Oct 2012

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"Necropolis Transparent" es el tercer disco de Lock Up, el supergrupo formado por Shane Embury de Napalm Death, Nicholas Barker ex-Cradle Of Filth y ex-Dimmu Borgir y desde el 2002, Tomas Lindberg cantante de At The Gates y Disfear. Con semejantes nombres, es de suponer que la calidad musical sea de un nivel verdaderamente elevado y efectivamente lo es. Ya su deathgrind en sus dos primeros discos resultaba veloz, potente y que conseguía desbordar al oyente, pues con su nuevo trabajo lo vuelven a hacer.

Desde el primer tema "Brethren Of The Pentagram" sabemos por donde van los tiros, y no pierden el tiempo en intros o pasajes más variopintos para estamparnos en la cara posteriormente su bestialidad, ni mucho menos, el disco empieza y termina veloz, sin descansos ni reparos hacia el malogrado oyente que no sabe de por dónde le están llegando las ostias, tan sólo el tema final ofrece un descanso musical para dar por terminados los 42 minutos del disco condensados en 17 canciones.

A mi parecer la duración es demasiado extensa, no es que sobren temas, la verdad, pero en determinados momentos hay canciones que llegan o se acercan peligrosamente al límite de los 3 minutos, y bueno, cierto es que no hay límite que valga pero a partir de aquí la cosa puede hacerse ciertamente pesada, como único punto negativo sólo podría quejarme de la excesiva entre comillas duración del disco y de determinados temas que no empañan un notable disco de grindcore con mucha esencia death.

La cohesión del álbum es uno de sus puntos fuertes ya que no pierde el ritmo en ningún momento, y si tuviera que destacar algún que otro tema me quedaría con “Anvil of Flesh” o “Unseen Enemy”, verdaderos bombazos que resonarán en la cabeza del oyente con la más de las hediondas rabias exacerbadas por un Tomas Lindberg que lo da todo, sus gritos desgarran cada una de las palabras cantadas o gritadas consiguiendo un sinfín de sensaciones que al menos a mi me provocaron, fue como ir por una montaña rusa pero siempre de bajada, a toda velocidad y sin frenos, nunca paraba nunca frenaba y siempre iba a más, una auténtica gozada.

Para los amantes de Brutal Thruth, Exhumed o Rotten Sound, este disco hará las delicias de todos ellos encontrando lo que buscan, velocidad y brutalidad ejercida con gran maestría por unos música de los que no hace falta ni hablar, basta ver en qué bandas tocan o tocaron para simplemente ponerse los auriculares y aplaudir a toda ostia.

Lo Mejor: Un vertiginoso descenso hacia el abismo a toda velocidad que deja sin respiración al oyente.

Lo Peor: Quizás la excesiva duración de determinados temas.