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 Enter Shikari

CRÓNICA

Enter Shikari + Kelly Kapowsky
Enter Shikari, Kelly Kapowsky
04 de Diciembre de 2014 por Ruben Cougil Sala Bikini, Barcelona 8694 lecturas

Los británicos Enter Shikari están a punto de editar su cuarto disco de estudio, “The Mindsweep”, y por este motivo se están pateando salas y festivales alrededor del mundo. Después de haber pasado por Europa del Este y Grecia llegaba la cita ibérica con tres fechas en Madrid, Barcelona y Bilbao respectivamente. Los hemos visto también en la sala Bikini (BCN) el pasado 4 de diciembre y aquí están nuestras impresiones.

Antes de empezar me declararé fan absoluto de esta banda. Desde que hace unos siete u ocho años escuché el “Sorry You’re not a winner” y vi a estos mocosos dando saltos en un vídeo musical homemade tengo que reconocer que aluciné. Así a todo, en los inicios de su carrera, pensaba que el éxito fátuo de estos británicos se acabaría pronto y que su nula valía como músicos quedaría demostrada tan pronto como su segundo álbum saliese a la calle. Pero tras aquel “Take to the Skies” (2007) llegaría un espectacular “Common Dreads” (2009), seguido del genial “A Flash Flood of Colour” (2012) y un montón de singles en los años posteriores que precederían al inminente lanzamiento de este “The Mindsweep”. Lo cual demuestra que estaba totalmente equivocado.

En 2010 pude verlos en directo en el Resurrection Fest. Me pareció un directo un tanto flojo. Conocía las canciones y la banda lo dió todo sobre el escenario grande, pero no consiguieron sacar un sonido aceptable. Quizá el contexto no era el adecuado o yo no supe apreciarlo en su momento. Tras años de seguir sus andanzas y escucharlos compulsivamente estaba deseando volver a verlos. Así que no dudé en asistir cuando supe que se pasarían por la sala Bikini.

Allí me planté a las ocho y media de la tarde curiosamente puntual, para poder ver también a los teloneros. Los navarros Kelly Kapowsky se hicieron junto a Enter Shikari las tres fechas peninsulares y bajo la recomendación de Jorge Azcona me apresuré para no llegar tarde. Tengo que reconocer que nunca los había escuchado pero me sorprendieron muy positivamente. Una banda joven y energética que ofrece una suerte de rock moderno y fresco en castellano pero a la vez reminiscente de bandas como los desaparecidos Kannon. Bases a medio tiempo acompañadas con voces por momentos rapeadas y por momentos melódicas, sonando sorprendentemente empacado para un grupo con tan poca carretera. Me pareció altamente divertido, nítido y potente. Poco a poco fueron conquistando al público. Los asistentes se fueron agolpando a lo ancho de las primeras filas para prestar atención a temas como “A medio cicatrizar”, “No se ve el final”, “Solos tu y yo” o “Su realidad”. Incluso un cover de “Vodoo peoople” de The Prodigy que hizo temblar la sala. De hecho cuando llegue a casa, lo primero que hice mientras vaciaba las fotos de mi cámara fue pincharme su primer LP (disponible en Spotify); no he tardado demasiado en incluir “No se ve el final” entre los mejores lanzamientos nacionales de 2014. Muy bien Kelly Kapowsky, estáis más que fichados por este redactor.

Sobre las diez menos cuarto salieron a escena los protagonistas de la velada. Es ya un clásico que empiecen con “Solidarity” y esta ocasión no fue una excepción. El joven respetable gritaba y se agitaba formando los primeros moshpits, pero los problemas técnicos no tardaron en aparecer, una tónica que se prolongaría a lo largo de todo el show. El sonido de guitarra había desaparecido, y en el tiempo que tardaron en arreglarlo la breve “The Paddington Frisk” ya había terminado. Siguieron “Destabilise” y “Radiate”. Los intentos de chapurrear algo de catalán por parte de su vocalista Rou agotaban el escaso tiempo entre tema y tema. Tocaba el turno para un tema inédito que se incluirá en “The Mindsweep” bajo el nombre de “Anaesthetist” que me gustó especialmente. Lo cierto es que, tras el subidón inicial, la banda se mostraba cada vez más y más cansada.

Los constantes problemas de sonido provocaron que la banda no se sintiese cómoda. Así tuvieron que repetir “Never let got out of the microscope” tras un intento fallido un tanto humillante, aunque salieron del paso reventando el recinto con “Gandhi, mate Gandhi” y “Arguing with thermometers”, pertenecientes a su anterior disco.

Me di cuenta de que estaba disfrutando el show, pero a la vez los estaba analizando con lupa. No fui capaz de conseguir una inmersión completa como me pasa en muchas otras ocasiones, y aquello no me lo esperaba. Transcurrió la noche aliñada con cortes como “The Mothership”, “Sorry you’re not a winner” (interpretada por un fan que subió como invitado improvisado), “The Last Garrison”... en total más de una hora y media de espectáculo irregular.

Para terminar interpretaron “Constellations” y como traca final “Zzzzonked”. Y eso sí, su profesionalidad quedó claramente demostrada, y con esto me refiero a que incluso cansados, con infinidad de problemas técnicos y evidentes fallos en la ejecución, sufrieron cada segundo por sus fans y empujaron para que todos los asistentes se lo pasasen bien de principio a fin. Y eso tiene mérito, mucho mérito.

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