CRÓNICA

Si los festivales nacionales de primavera y verano son un clásico desde hace tiempo, los de invierno también empiezan a serlo cada vez más. Cualquier excusa es buena para juntar a unos cuantos grupos y ponerlos dentro de un cartel, todo ello a un módico precio, convirtiendo un sábado perdido en medio de enero en toda una fiesta. En el caso de Villena, los organizadores Sufriendo & Gozando ya tienen cierta experiencia en esto de hacer tiempo con algún que otro evento hasta que llegue el calor y los platos fuertes.

Este año el festival no traía novedades con respecto a otras ediciones. Desde las primeras horas y los primeros grupos, la plaza de toros donde se realiza cada año este evento ya fue cogiendo buen color. Los primeros en aparecer en el escenario fueron los sevillanos Gritando En Silencio, que se encontraron con más gente en el tendido de lo que se podría esperar, siendo la hora de la siesta. El siguiente en salir fue Manolo Kabezabolo, que ya disponía de un público muy numeroso para él solo. Su grupo y sus canciones son clave en el punk español, y sirvieron para calentar el ambiente y esperar a las bandas más grandes. Lo más curioso es que la canción más coreada de su concierto fuera "Politoxicómano", versión de "Txus", de La Polla Records.

Uno de esos momentos gourmet del día nos lo iba a traer Parabellum. Son toda una leyenda, y al mismo tiempo quizá unos de los más olvidados. Los años no perdonan y como es lógico, lucen canas y arrugas, pero lo hacen más que decentemente. De hecho dieron el mejor concierto de toda la tarde, superados solo por los cabezas de cartel. Quien no les tenía muy ubicados solo necesitaba escuchar "Envenenado", "Dime Tú" o "La Locura" para acordarse de ellos.

Lo que más sorprende de Porretas, los siguientes en aparecer, es que tienen un equipo técnico que no tiene nada que envidiar al de cualquier grupo grande de España. Sacaron muy buen sonido de un lugar con muy mala acústica y pusieron a todo el mundo a botar con los temas de siempre, desde "Última Generación" y "Resistiré" hasta, por supuesto, "Porretas".

Sobre las 8 de la tarde las cosas empezaban a ponerse serias. Los siguientes en aparecer en el escenario fueron Def Con Dos, con César Strawberry y el fenomenal guitarrista Alberto Marín a la cabeza.

Pese a un inicio algo dubitativo, con poca conexión entre el grupo y el público, los temas más bailables del combo vigués/madrileño como "Demasiado Humano" o "Poco Pan" acabaron poniendo a todo el mundo a saltar. Por si eso fuera poco, nos dejaron escuchar sus enormes clásicos, como "Ultramemia", "Armas Pal Pueblo" o "El Día De La Bestia", entre otros.

Los navarros Koma vuelven a estar en activo y no podían faltar en Villena, como no faltarán tampoco el próximo verano. Eran la gran novedad y la gente no defraudó, llenando la plaza con mucha expectación por ver si los navarros habían engrasado bien la máquina. El resultado fue bueno, tanto porque tocaron todos sus éxitos (que no son pocos: "Mi Jefe", "El Infarto", "El Muro De Berlín", "Imagínatelos Cagando", etcétera) como por el nivel demostrado y el ritmo del concierto. Fue como si nunca se hubieran ido. Ojalá que en la apretada agenda que tienen los próximos meses quede algún hueco para grabar nuevo disco.

El plato principal del festival era Soziedad Alkoholika, que volvían a Villena tras su paso por el Leyendas del Rock del año pasado. A la gente no le importa que varíen poco su actuación con lo años, porque su setlist y su sonido son envidiables, y nadie le saca tanto partido a cualquier recinto y condiciones como lo hacen ellos. No faltó "Nos Vimos en Berlín" ni "Palomas Y Buitres", ni ninguno de los clásicos.

La presencia de Reincidentes era el clímax de la nostalgia en esta edición del festival. Pese a que los años no pasen en balde, el grupo se mantiene en buena forma y sigue dando bolos habitualmente. Como no podía ser de otra manera, echan mano de toda su discografía, que no es poca, y de sus temas más top: "Ay, Dolores" o "Jartos De Aguantar", entre otros. Con ellos el público empezó a dispersarse aunque todavía muchos aguantaron hasta Los Benito, última actuación de la noche. Los valencianos, con más de 20 años de carrera, pusieron punk melódico y una actuación más que decente para poner punto final a este F*ck Censorship.

Pese a poder pensar que la presencia de Sufriendo & Gozando en Villena estaba llegando a su fin, de momento, y pese a las elecciones, todo va a seguir adelante este año. El resultado de la cita invernal ha sido bueno y sin incidencias, pese a bajar ligeramente la asistencia. Dicho lo cual, la celebración de un festival de música a favor de la libertad de expresión nunca debería depender de la política o de las condiciones económicas, algo que por desgracia suena a utopia en nuestro país.

Fotografía: Salvador Villa - Facebook Oficial F*ck Censorship Festival