CRÓNICA
Area4 2012
Beatsteaks, Social Distortion, The Gaslight Anthem, Bullet For My Valentine, Boysetsfire
17 de Agosto de 2012
por Gonzalo Puebla Lüdinghausen (Alemania)
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Beatsteaks, Social Distortion, The Gaslight Anthem, Bullet For My Valentine, Boysetsfire
Por muy complicado que este el tema económico en la actualidad, la tentación de pillar un avión e irse a algún festival extranjero sigue siendo demasiado grande. Este año nos decidimos por el Area4, que se celebra en la localidad alemana de Lüdinghausen.
Para los que lo desconozcan, el Area4 se lleva celebrando desde 2005, y concretamente desde 2007 en la base aérea de Lüdinghausen. Un enorme emplazamiento perfecto para llevar a cabo un evento al que suelen asistir unos 40.000 espectadores cada año y por el que ya han pasado formaciones punteras como System Of A Down, Queens Of The Stone Age, Bad Religion, Deftones, Billy Talent, Faith No More, Millencolin, Blink 182, Placebo... entre muchas otras. Para algunos, quizás el cartel de este año no era tan potente como en ediciones anteriores, pero para nosotros era una buena oportunidad para ver a algunas bandas que no suelen pasarse por España. Este es nuestro resumen de tres días de música y calor en Alemania.
VIERNES 17
Llevábamos esperando a que el recinto abriese durante toda la mañana, así que una vez dentro nos lanzamos de lleno a los primeros conciertos de la tarde. We Are The Ocean y Montreal se encargaron de desvirgar la carpa y el escenario principal respectivamente. Fueron estos últimos los que consiguieron llevarse los primeros aplausos, haciendo valer su condición de grupo local con un pop-punk sencillo pero resultón.
No tardamos mucho en degustar el primero de los muchos platos fuertes que nos depararía el festival. Los californianos Touché Amoré supieron aprovechar los 40 minutos de los que disponían, tiempo más que suficiente para que sus explosivas canciones ("The Great Repetition", "Pathfinder", "Home Away From Here") nos noquearan de primeras. Jeremy Bolm se lamentaba de la distancia que existía entre el respetable y la banda, así que ni corto ni perezoso se lanzó al público para berrear a grito pelado las últimas estrofas de "Honest Sleep". La cosa no podía empezar mejor.
Seguramente hubiera sido mejor que Polar Bear Club hubiesen ocupado el puesto de Touché Amoré en el escenario grande en lugar de la carpa, como así sucedió. Sus canciones están hechas y pensadas para ser disfrutadas en un espacio más grande. Aún con todo, sonaron realmente bien y el público se vino arriba con "Screams In Caves", "Light Of Local Eyes", "Living Saints" o ese mágico binomio que forman "Pawner" y "Killin' It". Lástima que su escasa media hora nos dejase con ganas de muchísimo más.
Volvimos al exterior para ver a The Joy Formidable, un trío gales de indie rock que arrancaron de manera dubitativa pero que poco a poco fueron convenciendo, levantando un muro de sonido enorme. Capitaneados por su cantante Ritzy Bryan, que parecía estar en un trance continuo y propulsados gracias a singles tan certeros como "Cradle", "Austere" o "Whirring" acabaron de manera contundente su repertorio destrozando los micros y el set de batería. Cuanto menos sorprendente para un grupo que imaginábamos más tranquilito y calmado.
Cada vez más gente iba entrando en el recinto y es que había muchas ganas de ver a unos reunificados Boysetsfire que cumplieron con creces. El tiempo que estuvieron separados parece que nos les ha afectado lo más mínimo y se encuentran en plenas facultades para ofrecer shows demoledores y emotivos por igual. Desde pepinos como "Release The Dogs" hasta una hermosa "My Life In The Knife Trade", pasando por himnos como "Requiem" o "Empire", lo suyo fue una auténtica exhibición. Aprovecharon para adelantar un tema nuevo, "Bring Back The Fight", que no desentonó para nada. Hasta Jeremy Bolm de Touché Amoré se animó a salir para cantar "After The Eulogy" y tras cerrar con "Rookie", su cantante Nathan Gray estuvo un buen rato charlando, firmando autógrafos y haciéndose fotos con todos los que estábamos en primera fila, lo que terminó por conquistar nuestros corazoncitos. Los grandes vencedores de la jornada.
Fuera de Alemania, quizás Donots no sean un grupo muy conocido, pero allí son tratados como un grupo grande. Los hermanos pequeños de Beatsteaks hicieron enloquecer a un público entregadísimo. Sorprendía que fuese en los temas más pausados ("Come Away With Me", "You're So Yesterday") cuando la gente se lanzaba a hacer crowdsurfing. La seguridad del foso se tuvo que emplear bien a fondo. A pesar de algún momento de bajón, consiguieron triunfar gracias un repertorio lleno de temazos: "Calling", "Wake The Dogs", "Pick Up The Pieces" y una recta final de infarto con "Stop The Clocks", "Whatever Happened To The 80's", "Dead Man Walking", su versión del "We're Not Gonna Take It" y una "So Long" coreada hasta el final.
Heaven Shall Burn pusieron la nota metalera del día. Debo reconocer que no los controlaba absolutamente nada y sus composiciones me resultaron bastante planas y cansinas. Aún así, los chicos van sobrados de técnica y sonaron impecables, la cosas como son. Por su parte, Social Distortion derrocharon toneladas de clase como la leyenda del punk rock que son. Cierto que faltaron muchos clásicos ("Ball & Chain", "Prison Bound", "Another State Of Mind"), pero también se agradeció escuchar canciones menos habituales como "So Far Away", "Far Behind" o una tremenda "Dear Lover". Los temas de "Hard Times And Nursery Ryhmes" (enorme "Bakersfield") no deslucieron al lado de los hits de toda la vida ("I Was Wrong", "Bad Luck", "Sick Boys", "Story Of My Life", "Don't Drag Me Down"). Encima Mike Ness decidió homenajear por partida doble a Johnny Cash. Primero con una inesperada "Folsom Prison Blues" y después con una potente "Ring Of Fire" que puso cierre a su actuación de manera inmejorable para acabar el primer día.
SÁBADO 18
Si ya abrir la jornada de un festival resulta en muchas ocasiones un auténtico marrón por aquello de que la gente apenas está entrando, imaginaros tener que hacerlo a las 12 del mediodía. Así es, desde bien temprano y con el calor pegando muy duro daban comienzo las actuaciones. Pudimos ver los intentos de Adolar y Average Engines por entusiasmar a los más madrugadores, aunque no es que tuvieran excesivo éxito.
Tampoco es que The Flatliners reuniesen a una gran cantidad de público, pero su energético punk rock tocado a toda pastilla sentó de maravilla para que nos empezáramos a despertar. Los tíos tienen un directo incontestable, y además fueron de los pocos que se acordaron del fallecido Tony Sly dedicándole una acertada "Eulogy", así como los mejores cortes de su celebrado "Cavalcade" ("Carry The Banner", "Monumental", "Liver Alone", "Count Your Bruises"). Lo mismo que Every Time I Die, los cuales desplegaron su hardcore de tintes sureños mientras los de seguridad intentaban refrescar el ambiente a base de manguerazos.
Paramos para reponer fuerzas y prepararnos para otra descarga de decibelios. Primero a cargo de Kvelertak. La popularidad de los noruegos cada vez es mayor, y es que a su original formula de black metal rockanrolero hay que sumarle un directo matador ideal para practicar el noble arte del air guitar o directamente volverse loco en el pit. "Fossegrim", "Blodtrost" y "Mjod" son ya a estas alturas clásicos imperecederos. Anunciaron que están a punto de entrar a grabar su esperadísimo nuevo plástico, así que más contentos no podíamos estar. Agnostic Front también nos dieron nuestra ración de felicidad. Los veteranos del hardcore neoyorquino consiguieron formar uno de los pogos más memorables del festival, con batalla campal en el barro incluida. "Gotta Go", "A Mi Manera", "Police State", "For My Family" y una sorprendente versión del "Blitzkrieg Bop" de los Ramones, dejaron bien claro que los de Roger Miret siguen muy vivos.
Mientras seguíamos combatiendo el calor a base de limonada, vimos desde la distancia como The Subways salían a por todas. Fue una auténtica pena que no nos acercásemos un poco más, porque rockearon de manera notable el escenario grande. Sorprende que solo tengan tres discos en su haber, pues acumulan un buen puñado de temazos como "Oh Yeah", "Kiss Kiss Bang Bang", "Shake! Shake!" y por supuesto un pedazo de single como "Rock & Roll Queen", aparte de una actitud rockera y mucha chulería que les hacen tremendamente atractivos. Aunque había oído hablar de ellos antes, se convirtieron en mi grupo revelación. Todo lo contrario que The Wombats, de los que vimos un par de temas y de lo aburridos que nos estaban pareciendo decidimos retirarnos al camping y prepararnos para la recta final del día.
Regresamos para pillar los minutos finales de Casper, un rapero alemán que parece gozar de bastante éxito por estas tierras, con una mezcla entre rock y electrónica bastante curiosa. Tomábamos posiciones en primera fila para ver a The Gaslight Anthem, ya convertidos en unos clásicos del Area4 (era la tercera vez que participaban en el cartel). Basaron el setlist en su nuevo trabajo del que sonaron "45", "Handwritten", "Keepsake", "Howl", "Too Much Blood", aparte de sus hits infalibles ("The 59' Sound", "Old White Lincoln", "American Slang", "Even Cowgirls Get The Blues", "Señor And The Queen", "Great Expectactions", "We Came To Dance") y una furiosa versión del "House Of The Rising Sun". Brian Fallon estuvo igual de parlanchín como siempre y se nota que la banda se encuentra muy a gusto dentro de su faceta más clásica. Todavía están lejos del nivel de unos Pearl Jam, Foo Fighters o Tom Petty And The Heartbreakers, pero cada día que pasa se acercan un poquito más a sus ídolos.
En cambio Bullet For My Valentine evidenciaron que el papel de cabezas de cartel les quedaba muy grande. Ya no solo por el sonido (el doble bombo se comía todo, sobretodo la voz de Matt Tuck), sino también por una actitud que dejaba bastante que desear. Mucha pose, parones innecesarios, falta de intensidad... Tuvieron hora y media y solo tocaron 12 temas. Insuficiente para un grupo que pretende estar a la altura de los más grandes del metal. Tienen algunos temas decentes, especialmente los de su primer disco ("All These Things I Hate (Revolve Around Me)", "Cries In Vain", "Tears Don't Fall", "Hand Of Blood"), pero tiene que esforzarse muchísimo más si quieren que se les tome en serio.
DOMINGO 19
El último día fue de lo más intenso, comenzando con una doble ración de hardcore bastante desigual. A Wilhelm Scream ofrecieron un show corto, directo y lleno de técnica instrumental que agradó a sus fans incondicionales. En cambio Nations Afire, el nuevo grupo del ex guitarrista de Rise Against Chris Chasse con miembros de Ignite y Death By Stereo, pasó sin pena ni gloria por el escenario grande. Su hardcore melódico resultó muy del montón. Lo más destacado, cuando interpretaron un trozo de "Cherub Rock" de Smashing Pumpkins.
El desafortunado accidente que sufrieron Baroness con su consecuente cancelación, nos permitió que nos preparásemos para un triplete de infarto en apenas dos horas. Primero con Letlive en la carpa protagonizando el show más explosivo de todo el festival. Sabíamos de lo potente de su propuesta, pero no que sobre un escenario cobrase una dimensión tan gigantesca. Su cantante Jason Butler apenas paró quieto un instante. Ya en la primera canción se cargó uno de los relojes de pared que estaban colgados en las vigas y no se le ocurrió nada mejor que rebozarse por el suelo con los cristales de por medio, provocándose varios cortes. Repito, solo era el primer tema. Pintar extraños símbolos con su sangre en los monitores, encender colillas tiradas en el foso, utilizar su micro como instrumento de percusión y cientos de locuras más... Absolutamente indescriptible. El público estaba cinco metros alejado del escenario, entre hipnotizados y aterrorizados por lo que estaban viendo. "Renegade 86", "Muther", "Casino Colombus", una versión del "Fix Me" de Black Flag, guiños a Prince... todo ello con una chulería y mala baba que dejan sin habla. El día que vengan a España, no os los perdáis.
Aún flipando, salimos corriendo hacia el escenario grande para ver como Sick Of It All recogían el testigo de Agnostic Front el día anterior. Pocas veces el hardcore puede transmitir tan buen rollo como lo hacen estos tíos, lejos de la pose de tipos duros que acostumbramos a ver muchas veces. Lou Koller aparenta 20 años menos de los que realmente tiene y no paró de incitar al público para corear clásicos como "Us Vs Them", "Just Look Around" o nuevas salvas, caso de "Take The Night Off", "Die Alone", "Machete" o "A Month Of Sundays". El final con "Scratch The Surface" y "Step Down" mientras los de seguridad nos mojaban con la manguera fue uno de mis momentos favoritos. Nuevamente, nos dirigimos a la carpa a pasar un calor infernal para ver a los suecos Graveyard. De menos a más, nos entregaron otra actuación llena de clase y técnica. Sonó "Hisingen Blues" casi al completo, amén de dos temas de su debut destacando una tremenda "Thin Line". Su nuevo disco debería confirmar su progresión ascendente como uno de los nuevos valores de la escuela del rock sueco.
Tras almorzar tranquilamente, volvimos a situarnos en primera fila para disfrutar de los últimos coletazos del festival. Kettcar estuvieron correctos con su pop rock íntimo, pero tampoco llegaron a emocionarnos en exceso. Algo que contrastó con la actuación de Me First And The Gimme Gimmes al completo. Con sus constantes coñas hacia Joey Cape y sus versiones imposibles de "Over The Rainbow", "Ghost Riders In The Sky", "Stairway To Heaven", "Summertime", "Heart Of Glass", "Rocket Man" y, cómo no, "I Believe I Can Fly" dieron el concierto más cachondo y divertido de todo el Area4.
Le tocaba el turno a Sportfreunde Stiller, otro grupo que si bien por aquí son unos desconocidos, en Alemania parecen gustar y mucho. Su puesta en escena resulto de las más simpáticas que vimos, con su logo formado por calcetines de deporte, aparte de tres plataformas en las que iban apareciendo músicos adicionales (coros, sección de cuerda, saxofón, percusión, teclados...). Su hora y cuarto resultó bastante agradable mientras esperábamos a los grandes triunfadores de esta edición: Beatsteaks. Como era de esperar, y más jugando en casa, no fallaron. Si les habéis visto en alguno de sus conciertos por aquí, ya sabéis que son una garantía de fiesta y buen rollo. Bien, pues imaginároslos delante de 40.000 alemanes aclamándolos como si fuesen Metallica... y además !con dos baterías! Pusieron toda la carne en el asador con una ristra de temazos que quita el hipo: "Milk & Honey", "Summer", "Jane Became Insane", "Automatic", "Hand In Hand", "I Don't Care As Long As You Sing" (apoteósica), "Hello Joe", "To Be Strong" y hasta el "Twist And Shout" pusieron patas arriba la base aérea de Lüdinghausen haciendo bailar hasta al más tímido.
Su vocalista Arnim Teutoburg no paraba de acercarse al público, sacando a bailar a las chicas y en general haciendo que todo el mundo disfrutase del show. Especialmente memorable fue la recta final con cuatro grandes momentos: "Cut Off The Top" mientras que en la pantalla aparecían los miembros del grupo disfrazados de los Village People bailando al compás de la música. Una bonita "Ain't Complaining" interpretada al piano. El supertemazo "Let Me In" y para cerrar en el bis, un inesperado pero no por ellos menos celebrado homenaje a los Beastie Boys en forma de "Sabotage". La guinda final al atracón de música que nos pegamos en tres días inolvidables
¡Hasta el año que viene!
COMENTARIOS
3 Comentarios
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Si esos son los sucesores de Metallica...Madre mia.
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Te puedo decir que Bullet For My Valentine no son santo de mi devoción, pero a una compañera que iba conmigo le encantaban y salió horrorizada de su concierto... Simplemente expongo lo que me pareció su actuación, nada más.
Y por mucho que Iron Maiden o Metallica digan que son sus sucesores, eso no quiere decir nada... les quedan siglos para llegar siquiera arrimarse a esos grupos. -
No he estado en Area 4, por lo tanto no puedo hablar sobre el concierto de Bullet For My Valentine. Pero por lo que he leído, el redactor parece el típico "hater" que ya sabía lo que iba a poner en la crónica antes de ir al concierto. Pues yo los he visto en el Resurrection Fest hace un año y fueron uno de los mejores grupos del festival. Y no porque lo diga yo, sólo tienes que leer algunas crónicas... la gente habla maravillas sobre los directos de este grupo. De hecho, personajes como Bruce Dickinson y Lars Ulrich los consideran dignos sucesores de Metallica y Maiden.